La purpurina y sus destellos han abandonado un año mas nuestras ajetreadas vidas. No puedo decir que no lo deseaba en parte, ya que me estaba consumiendo en el liquido de la felicidad y los humos de la risa. Pero mi corazón sigue disfrazado, y no está dispuesto a dejar atrás tanta emoción, sentimientos y felicidad.
La rutina es como un cuchillo de cocina, de lo mas inofensiva y normal. La ves en todas partes, y te fías de ella... pero aun así sigue cortando cual espada fulgente. No dejaré que su filo rompa mis músculos, atraviese mi carne se hinque en mis huesos. No después de lo vivido.
Ahora pienso de colores, y amo las sensaciones. Purpurina de colores, purpurina sangro hoy.
x.o.x.o.
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