¿Cuántas lágrimas habremos derramado? Nuestra relación se convirtió en un cubo lleno de agua que a cada palabra se llenaba más y más... sin remedio alguno al desborde.
En la proximidad del abismo, las salinas soluciones de amor imperecedero caen sobre el frío cemento hecho de pensamientos, de razón y de tiempo pasado.
Ojalá nunca hubiéramos empezado a amar con tanta fuerza, quizá ahora nos quedaría un poco para levantar el cubo hacia nuestro mar...
x.o.x.o.
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