No es un asunto de dolor, tampoco es algo que nos haga caer en la penumbra. Diría yo que es mas bien un juego interior en el que perdemos la razón contra la pasión. Nos concentramos en una falsa victoria, nos dejamos engañar por las falsas miradas y nos enamoramos del sexto sentido, ese que nos evoca y trastorna... una llamada animal que no podemos rechazar. Esta en nuestro instinto y forma parte de nuestro organismo.
Aquellos que entre flores andamos, caemos en tierras sembradas. El conocimiento se convierte en tortura y las palabras en puñales que el recuerdo nos regala cual gélido manantial de agua brotando sobre una piedra a la que va deformando poco a poco, amoldandola a su capricho, dándole forma de corriente para que fluyan los mas oscuros sentimientos, aquellos que se clavan y nos hacen sangrar.
¿Acaso no decidíamos nuestro camino? Eso nos dijeron al nacer, pero la mentira se hizo grande y nos devoro, somos pedazos de pegamento que no une ya nada...
No te dejes llevar por las sensaciones mas primarias, cuando las secundarias incluso son solo una mascara de la verdadera profundidad.
x.o.x.o.
