No, no hay luz. Tampoco hay sonido. Y eso me asusta.
Tras un encierro prolongado en mi esquina secreta con mis falsas mantas de felicidad y una sordera contínua al sonido ajeno de la realidad....
Siento que no quiero saber más.
Tras un encierro prolongado en mi esquina secreta con mis falsas mantas de felicidad y una sordera contínua al sonido ajeno de la realidad....
Siento que no quiero saber más.
Nada más. No más luz, ni más sonido.
x.o.x.o.
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ResponderEliminarUna persona me dijo hace ya años...: aléjate del ruido. No lo comprendí completamente hasta hace poco; hasta qué -vete a saber por qué confluencias de variables que no podemos conocer-, sin darme cuenta, comencé a alejarme, a vaciarme, a dejar de ser tantas cosas...
ResponderEliminarEn eso estoy... En algún momento, quizás, sea... yo.
Un beso...