Han pasado años ya desde que rompía el suelo con mis zapatos de cristal. Era parte de la elite del enjambre de abejas mas poderosas. Me reía de los debiles y jugaba a ser perfecto. Sin embargo ya no queda nada de eso.
Tras el instituto, he perdido la corona y ya no soy el rey del baile. Mis danzas ahora solo siguen la dirección de lo inexplicable. Ya nadie me mira con envidia, ya nadie quiere estar en mi lugar.
Porque lo he perdido todo....
Y ni siquiera son las doce.
x.o.x.o.